La etapa entre los 12 y 36 meses es crucial para el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Durante esta fase, el cuerpo de los niños está en un período de crecimiento acelerado, y es por eso que sus necesidades nutricionales son diferentes y más específicas. Necesidades nutricionales se complementan perfectamente con nuestra amplia gama de productos lácteos.
Un estudio reciente realizado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que los lácteos pueden ser una excelente fuente de nutrición para los niños pequeños. Los productos lácteos, como la leche y el queso, son ricos en nutrientes esenciales como proteínas, calcio y vitaminas D y B12, que son esenciales para el desarrollo y el crecimiento adecuado de los niños.
En particular, el calcio es un nutriente importante para el desarrollo óseo, y la vitamina D ayuda a absorber y utilizar el calcio. La proteína también es esencial para el crecimiento y reparación de los tejidos, así como para el desarrollo de los músculos y la función cognitiva.
En resumen, los productos lácteos son un complemento perfecto para las necesidades nutricionales específicas de los niños durante la etapa crucial entre los 12 y 36 meses. Por eso, les recomendamos que incluyan productos lácteos en su dieta para asegurarse de que están obteniendo la nutrición adecuada para el desarrollo y crecimiento saludables de sus hijos.